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Historia del Hormigón Armado

El estudio del hormigón armado como material data de poco tiempo atrás. Anteriormente, era prioritario el cálculo estructural. Esta modalidad era debida a que, por los métodos de estudios vigentes, por ser el hormigón armado un material relativamente reciente y no contarse con la suficiente experiencia en su uso, las piezas estructurales se sobredimensionaban.


Sin embargo, el uso de ligantes naturales se remonta a la antigüedad. Obtenidos de suelos cohesivos y posteriormente amasados con agua, permitían el moldeo de piezas que endurecían al secarse, las que comúnmente conocemos como "adobes", aunque de escasa durabilidad al contacto con la humedad. Estos mismos elementos resultaban durables a través de un proceso de cocción por calor, dando origen a los materiales "cerámicos". Éstos eran unidos entre sí mediante mezclas de poder adhesivo, de tierras calcáreas calcinadas y mezcladas con arena, que endurecían por secado al contacto con el aire. Ya los romanos descubrieron que, mezclando estas tierras con materiales de origen volcánico (puzolanas), la adherencia se lograba, por sus compuestos de sílice, aún sin la presencia de aire.


Es sólo a partir del siglo XVIII que se continuó con el estudio de las cuales hasta lograr, finalmente, su producción industrial. Es así que, en 1824, se patentó un cemento artificial, el cemento "Portland", que produjo una revolución en las técnicas de la construcción al combinar las propiedades de su resistencia, similar a la de una piedra natural, con las del acero. De esta manera quedaba subsanada la casi nula resistencia a la tracción de esta piedra artificial, que conocemos hoy con el nombre de hormigón.


El primer edificio con estructura total de hormigón armado (la combinación del hormigón con el acero) fue construido recién en el siglo XX, en 1903, por un ingeniero francés, Antoine Perret. Es su conocida obra de la calle Franklin, en las afueras de París. A partir de entonces, ese método constructivo se divulgó universalmente con extraordinaria rapidez.


Una estructura de hormigón armado está formada : de hormigón (cemento portland, arena y áridos) y de una armadura metálica, que consta de hierros redondos, la que se coloca donde la estructura - debido a la carga que soporta - está expuesta a esfuerzos de tracción. En cambio, se deja el hormigón solo, sin armadura metálica, donde este sufre esfuerzos de compresión.


Tal disposición de los dos materiales (hormigón y hierro) está basado en el hecho de que el hormigón resiste de por sí muy bien a la compresión (hasta 50Kg. por cm², siendo que el hierro presenta una gran resistencia a la tracción, de 1000 a 1200Kg. por cm: y más).


La principal característica estructural del hormigón es resistir muy bien los esfuerzos de compresión. Sin embargo, tanto su resistencia a tracción como al esfuerzo cortante son relativamente bajas, por lo cual se debe utilizar en situaciones donde las solicitaciones por tracción o cortante sean muy bajas. Para superar este inconveniente, se "arma" el hormigón introduciendo barras de acero,conocido como hormigón armado,o concreto reforzado, permitiendo soportar los esfuerzos cortantes y de tracción con las barras de acero. Es usual, además, disponer barras de acero reforzando zonas o elementos fundamentalmente comprimidos, como es el caso de los pilares.


Los intentos de compensar las deficiencias del hormigón a tracción y cortante originaron el desarrollo de una nueva técnica constructiva a principios del siglo XX, la del hormigón armado.Posteriormente se investigó la conveniencia de introducir tensiones en el acero de manera deliberada y previa al fraguado del hormigón de la pieza estructural, desarrollándose las técnicas del hormigón pretensado y el hormigón postensado. Así, introduciendo antes del fraguado alambres de alta resistencia tensados en el hormigón, este queda comprimido al fraguar, con lo cual las tracciones que surgirían para resistir las acciones externas, se convierten en descompresiones de las partes previamente comprimidas, resultando muy ventajoso en muchos casos. Para el pretensado se utilizan aceros de muy alto límite elástico, dado que el fenómeno denominado fluencia lenta anularía las ventajas del pretensado.


Los aditivos permiten obtener hormigones de alta resistencia; la inclusión de monómeros y adiciones para hormigón aportan múltiples mejoras en las propiedades del hormigón.Cuando se proyecta un elemento de hormigón armado se establecen las dimensiones, el tipo de hormigón, la cantidad, calidad, aditivos, adiciones y disposición del acero que hay que aportar en función los esfuerzos que deberá resistir cada elemento.Un diseño racional, la adecuada dosificación, mezcla, colocación, consolidación, acabado y curado, hacen del hormigón un material idóneo para ser utilizado en construcción,por ser resistente, durable, incombustible, casi impermeable, y requerir escaso mantenimiento. Como puede ser moldeado fácilmente en amplia variedad de formas y adquirir variadas texturas y colores, se utiliza en multitud de aplicaciones.



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